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Despedir clientes: Podría ser la mejor decisión para tu empresa

Dependiendo del nivel de maduración que tenga tu negocio es probable que todavía no sepas que despedir clientes puede ser una de las mejores decisiones que tomes para la gestión de tu empresa. Cuando tu negocio es muy joven y tiene poco recorrido, solemos pensar que todos los clientes son nuestra llave hacia el crecimiento empresarial y por culpa de esa mentalidad, nos aferramos a cualquier cliente, sintiendo que perderlo nos haría cerrar la empresa y pondría fin a nuestra carrera empresarial o profesional, pero esto está muy alejado de la realidad, de hecho, mantener clientes que sabes que no son los correctos, puede retrasar o mitigar el crecimiento de tu negocio. Si quieres saber como identificar a un mal cliente y mejorar la robustez de tu negocio, sigue leyendo.

Tipos de clientes “malos” a los que despedir

1. El esclavista de Egipto

Es sin duda uno de los más desilusionantes de todos, porque al principio es todo bonito, es muy cariñoso, gentil, educado y elegante, pero al momento de trabajar piensa que por estar pagando un servicio o una cuota mensual, posee tu libertad, tu tiempo y el de toda tu empresa, trabajando para el 24 horas 7 días a la semana sin respetar tu horario, tu espacio personal (llámese whatsapp, teléfono, vivienda…) al principio puede que sea solo por estrés o porque tu hayas hecho algo mal, pero si esto ocurre más de dos veces pese a haberlo dejado claro, debes saber que no parará de hacerlo.

Despedir clientes

2. El vendedor de piel, que no sabía cazar

Hay un refrán muy utilizado en el mundo de los negocios que es “No vendas la piel del oso antes de cazarlo”, esta frase probablemente defina y acumule el 30% de la población emprendedora, y que obviamente, fracasan en el intento. Si desde el momento te regatean, te empiezan a negociar y te venden un futuro mejor en el que podrán pagar más, que si su empresa crece, la tuya también, “hay que ayudarse unos a otros”, “hoy por mi mañana por ti”… tiene que saltarte el Warning y no pensar “más vale pájaro en mano que ciento volando”, porque este tipo de cliente está engañado por su propia idea y si no tienes cuidado, te someterá sin darte cuenta en su sumidero de tiempo (no de dinero porque se encargó de regatearte…).

Es importante que te acostumbres a filtrar a tus clientes, socios, trabajadores o aliados estratégicos, ese filtro mágico puede suponer la diferencia entre tener un negocio fructífero o ser un elemento tóxico en tu vida. Es importante tener clientes que sepan de qué trata su negocio, qué hacen, que quieren hacer y hacia donde van, si no cuando lleguen al puerto que te dijeron, te harán volver al punto de partida, y esto puede ser un bucle infinito, por eso es muy importante que filtres y te des cuenta si realmente te está vendiendo humo y no habrá “un futuro mejor”, céntrate en tu negocio y no quieras vivir del de tus clientes, porque eso te hará muy dependiente y muy débil frente a ellos.

Despedir clientes

3. El Honoris Causa

Dicen que un cliente informado es una de las mejores cosas que te pueden pasar en una empresa, y nosotros decimos “depende”, y depende del nivel de información y de la perspectiva que tenga este cliente. Si es el típico que dice todo el rato “Yo tengo muchos conocimientos de programación, pero no lo hago porque no me da tiempo”, “Realmente sé que lo del wordpress es super fácil pero es que tengo tanto trabajo que no me da”, “En base a mis estudios y experiencia considero que está muy caro el precio que me habéis dado”, “He estudiado 2 carreras, un master y un doctorado y tengo muy claro mi negocio, así que espero que estéis a la altura de lo esperado”, “Esto lo haréis con la tecnología x o la y?”.

Este cliente normalmente no genera problemas si tu haces muy bien tu trabajo, pero si es del tipo de persona cuya abuela le educó con muchísimo cariño, tendrás un tremendo problema! Te regatearán constantemente, pedirán combinaciones de tus servicios y productos, quitarán una pestaña para ahorrarse 30€ y al final, nunca verán tu trabajo como algo sólido y de valor agregado. Es un cliente al que hay que llevar de cerca, y requiere de experiencia en la gestión y atención al cliente porque será super exigente, detallista y quisquilloso a niveles extremos.

4. El cliente super ocupado

Muchas veces asociamos el estar ocupados con ser exitosos o productivos, y por lo tanto entendemos a un cliente cuando no puede atendernos, no nos contesta a los emails o tenemos que estar detrás de el como si fuéramos los únicos interesados. Este clientes es SUPER PELIGROSO, te derivará en retrasos, gastos ocultos, muchísimas horas perdidas en llamadas, emails, insistencias… y lo peor de todo, como está super ocupado, cuando esté libre, tendrás que amoldarte a él, y si no, estarás generando negatividad del tipo “En el fondo no tienen muy buena atención al cliente, nunca podían verse conmigo…”, “Tienen demasiados clientes y no dan abasto..” y al final del día, será tu culpa, si la web sale tarde, será porque tú has tenido problemas administrativos o porque has gestionado mal las cosas, lo que te generará muchísimo estrés, mala vibra y toxicidad en la empresa. Piensa que si un cliente no tiene tiempo para dedicar al proyecto que te han contratado, tu tampoco deberías tenerlo para tener clientes así.

5. El mal educado e irrespetuoso

Está de más decir que la gente mal educada es un problema para cualquier negocio en el que se quiera implantar la buena vibra y el buen ambiente, pero si estamos hablando de un cliente, hay que tener mucho cuidado. Si ya tienes trabajadores en tu negocio, y decides tolerar a un cliente mal educado porque paga bien, o porque te está prometiendo a futuro un gran crecimiento, alianzas, expansión…, piensa que no solo será mal educado contigo, si no que lo será con todos y cada uno en la empresa, por lo que puedes generar un sentimiento de falta de protección, debilidad, mal liderazgo y un sinfín de cosas más en tu equipo o plantilla. Tu empresa es tu EQUIPO, si este se siente humillado, maltratado y recibe faltas de respeto constantes, llegará el momento en que piense “Mi jefe prefiere cobrar dinero a que yo trabaje feliz”, lo cual te asegura que estás escalando hacia la debacle de tu negocio a máxima velocidad.

Dsepedir clientes

Estos clientes normalmente no tienen cura, vienen con ese defecto ya en su interior y lo mejor que puedes hacer es llevarle a tu terreno si cuentas con experiencia en la gestión de clientes conflictivos, alejarlo de tus trabajadores más sensibles y llevarle a pelear con tus mejores guerreros que le den un baño de humildad y profesionalidad, si todavía no cuentas con personas en el equipo a los que no le afecten estas cosas y toreen al cliente, debes decirle adiós cuanto antes, porque si no podrías estar sembrando una semilla de destrucción en tu empresa, y ya sabes que los mayores imperios se destruyeron desde dentro.

Podríamos poner muchos más ejemplos de clientes conflictivos pero en resumen todos te generan muchos problemas, angustias, sin sabores y harán de tu experiencia empresarial algo más desagradable así que enfócate en tu negocio, que te haga feliz y que sea rentable, si tu enfoque está en tu felicidad respetando a los demás, eres perseverante y sobretodo, despides cuando tienes que despedir a los clientes, estarás dejando espacio para las cosas buenas de la vida empresarial, si te aferras a lo mismo aunque sea malo, te estarás alejando de tu zona de mejora lo cual para los negocios en el siglo 21 es mortal.

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